Muchas veces algo no nos preocupa hasta que nos toca ir al dentista y ya es demasiado tarde. Con esta nueva entrada al blog, queremos ayudaros a prevenir ese momento de urgencia cuando algo está mal en la boca de los pequeños.
Los implantes dentales al igual que los dientes, se encuentran en un medio con un alto contenido bacteriano. La boca tiene millones de bacterias que conviven de forma natural, pero que a su vez pueden causar efectos dañinos si se alojan sobre la superficie dental de una forma exagerada.
Algunos alimentos por su composición, pueden tener efectos protectores frente a la caries dental. Entre los alimentos con esta función se encuentran la leche y sus derivados, por su contenido en calcio, fosfato, caseína y grasas. Numerosos estudios han demostrado que el queso reduce el riesgo de caries.
Cada vez más, vemos en las clínicas dentales más niños muy pequeños con problemas de caries. Por eso, siempre los odontólogos recomienda, por un lado, iniciar la higiene bucal a edad muy temprana, incluso, antes de que aparezca el primer diente y, por otro, acudir al dentista por primera vez cuando el bebé cumpla su primer año de edad.