Algunos alimentos por su composición, pueden tener efectos protectores frente a la caries dental. Entre los alimentos con esta función se encuentran la leche y sus derivados, por su contenido en calcio, fosfato, caseína y grasas. Numerosos estudios han demostrado que el queso reduce el riesgo de caries.
Cada vez más, vemos en las clínicas dentales más niños muy pequeños con problemas de caries. Por eso, siempre los odontólogos recomienda, por un lado, iniciar la higiene bucal a edad muy temprana, incluso, antes de que aparezca el primer diente y, por otro, acudir al dentista por primera vez cuando el bebé cumpla su primer año de edad.
¿Eres una de esas personas a las que les da miedo ir al dentista? Conviene que sepas que esta actitud puede acarrear graves consecuencias para tu salud bucodental. Y es que a nadie le gusta estar tumbado sobre el sillón del dentista con la boca abierta y dejarse desvitalizar o arrancar un diente.
¿Qué tiene que ver la salud de la mente con la de los dientes? La verdad es que existe una conexión bastante directa entre ambas, porque como sucede en otros ámbitos sanitarios, los problemas psicológicos y los de salud física acaban por reforzarse mutuamente.
Si es que ya lo dice el refrán... “más vale prevenir que curar”. Y el estado de nuestros dientes y encías está muy relacionado con nuestra salud y bienestar. Aprender a cuidar nuestros dientes y adquirir ese hábito desde niños, nos permitiría corregir posibles problemas bucales con sencillos tratamientos y evitar otras enfermedades.